Un dia en la univeresidad

Ha llegado septiembre. Atrás han quedado los nervios del examen de acceso a la universidad, las cábalas sobre las notas medias, las dudas ac...





Ha llegado septiembre. Atrás han quedado los nervios del examen de acceso a la universidad, las cábalas sobre las notas medias, las dudas acerca de qué grado cursar... Es el momento de poner el pie en la universidad por primera vez. El bachillerato fue un buen campo de pruebas, pero está claro que ser universitario representa un salto importante. Es jugar en otra división. Se entiende, por tanto, que algunas incertidumbres asalten al estudiante en las primeras semanas en el campus. Sin embargo, si repara en ello, el universitario primerizo se dará cuenta de que lleva mucho tiempo preparándose y que tiene en su mochila experiencias que le ayudarán a adaptarse. Hoy la universidad no es una realidad que viva de espaldas a los colegios e institutos. Antes de concluir el bachillerato, el estudiante ha tenido oportunidad de participar en actividades que le han acercado a la realidad universitaria. A pesar de todo, lo natural es que surjan dudas. Preguntas que buscan respuestas. Afortunadamente, el recién llegado tiene dónde encontrarlas. El Servicio de Atención al estudiante es el lugar indicado para informarse, orientarse o asesorarse. Ninguna preocupación es banal y más cuando el centro ofrece un seguimiento personalizado del desarrollo del alumno, tanto a través de servicios de atención como mediante tutorías sistemáticas. Sin olvidar al Servicio de Atención Psicológica, a cuya ayuda hay que recurrir sin ningún tipo de reticencia. Precisamente, lo que un joven debe esperar de su período universitario es crecimiento. Los créditos, los exámenes, las clases y los trabajos son sólo la parte elemental, el esqueleto de un cuerpo que hay que alimentar con experiencias enriquecedoras. No se trata sólo de atesorar conocimiento, el estudiante debe aspirar a que la universidad saque lo mejor de sí. Pocas etapas de su vida tendrá con tantas posibilidades a su alcance: deportes, biblioteca, clubes de lectura, música, clubes de emprendimiento, sociedades de debate o grupos de estudio sobre materias específicas. Por supuesto, la universidad debe servir para adquirir otra visión del mundo, más amplia y diversa. El contacto con otras culturas, con personas de otros países, es clave para desarrollar una mirada amplia de la realidad. La red de acuerdos internacionales y las facilidades para estudiar varios idiomas son algunas de las cartas que las universidades ponen a disposición del alumno para que jueguen en el tablero de la globalización. Sin embargo, hay que saber que no hace falta ir muy lejos para desarrollar conciencia de otras realidades, de problemas que crecen y se agravan cerca de nosotros. El voluntariado es una forma de conocer el lado sombrío de nuestras sociedades y echar una mano para aliviar la situación de personas que sufren. Esto es crecer con mayúsculas. En definitiva, lo que un universitario debe hacer desde el primer día es tener los ojos bien abiertos. Ayudar y dejarse ayudar. Con esta disposición, le será más sencillo sacar todo el jugo a los años de universidad y encontrar su sitio en el mundo. Para esto último, los estudiantes de cuentan con la gran ayuda del Servicio de Prácticas y Empleo y con la certeza de que, incluso después de haber terminado los estudios, su universidad, a través del Servicio de Alumni, estará para siempre dispuesta a darles el empujón que necesitan para seguir avanzando.

Publicar un comentario Default Comments

emo-but-icon

Mas Populares

Destacados

Recomendado

¿Por qué tener sexo hace bien?

Se ha comprobado que la práctica sexual reduce el riesgo de enfermedades coronarias y cáncer, alivia el dolor y el estrés, y ayuda a mante...

item